DE VIAJE

Arte hispano-visigodo extremeño

 

“Para el que ha nacido viajero, viajar es un gran vicio. Como todos los vicios, es imperioso, exigiendo a su víctima tiempo, dinero, energía y el sacrificio del confort.” Aldous Huxley

Si vas a visitar las famosas ciudades extremeñas Cáceres, Badajoz o la zona de alrededor y estás interesad@ en el arte visigodo, te recomendamos que eches un vistazo a esta pequeña lista de lugares que no puedes perderte.

 

Empezando nuestra ruta por el Museo Provincial de Cáceres, encontramos la sala de tardo-antigüedad. Podemos encontrar una serie de elementos característicos de la arqueología visigoda en la provincia, como dos broches de cinturón de placa rectangular de bronce decorados con vidrios de colores y con sobredorado del siglo VI, jarros de cerámica y ejemplos de la moneda visigoda. Además, la necrópolis de Zarza de Granadilla proporcionó una serie de objetos de adorno y de uso personal, entre los que se encuentran broches de cinturón adornados con pedrería o una pareja de fíbulas en forma de águila procedente de La Jarilla (Galisteo).

Siguiendo la ruta, topamos con Santa Lucía del Trampal, un templo situado en un paraje a unos tres kilómetros de Alcuéscar, en la comarca de Montánchez y Tamuja. Es un pequeño templo de tres naves separadas construidas con cuerpos de mampostería y el uso de sillarejos y sillería de gran calidad en las esquinas. Una vez dentro, podrás ver que el templo tiene dos partes bien diferenciadas: la nave del coro, el crucero y el tramo que va hasta las capillas absidales. Encontramos arcos de herradura y la construcción a base de grandes bloques de piedra perfectamente cuadrados. Se puede decir que esta basílica es un edificio único por sus peculiares rasgos arquitectónicos y por ser uno de los pocos edificios de la España visigoda que se conservan en la mitad sur de la Península. Su historia se relaciona directamente con la importancia de las diócesis de Mérida y Coria en los siglos posteriores a la caída del Imperio. En torno a estas dos ciudades surgió una intensa actividad monástica que tuvo como una de sus consecuencias la construcción de pequeños templos y ermitas en los alrededores de la vieja Vía de la Plata.


Ya en la provincia de Badajoz, también encontramos el Museo del Arte y la Cultura Visigoda de Mérida. Sus colecciones forman parte del Museo Nacional de Arte Romano, ubicado en esa misma ciudad. En total, posee 834 piezas, de las cuales casi 450 proceden de la misma ciudad de Mérida. En el Museo se encuentran obras datadas entre los siglos IV al VIII, procedentes de diversos lugares de la ciudad y de sus alrededores. La mayoría son fruto de excavaciones sistemáticas, pero otras fueron halladas de manera casual, o se han conservado gracias a que fueron reutilizadas en construcciones posteriores. Las obras se reparten en cuatro grandes grupos: el primero, y quizás el más importante, está constituido por mobiliario litúrgico, como mesas, pies y pilastras de altar o una pila bautismal; el segundo tiene piezas procedentes de ornamentaciones arquitectónicas, con elementos tales como pilastras, dinteles, frisos, capiteles y un fragmento de canalización decorada; otro grupo incluye objetos cotidianos como lucernas, broches de cinturones o anillos, expuestos en las vitrinas; el último grupo de piezas está constituido por el conjunto de hornacinas, nichos y placas-nicho.

Por último el Museo Arqueológico Provincial  de Badajoz, que está localizado en el Palacio de los Duques de la Roca, dentro de la Alcazaba. Allí podemos encontrar la sala de arquitectura visigoda. Casi todas las piezas allí expuestas son elementos arquitectónicos procedentes de edificios de tipo religioso, donde la decoración de carácter simbólico asociada al cristianismo se convierte en protagonista casi exclusivo. Además,  dando un paseo por el antiguo Badajoz, por sus Plazas Alta y de San José, por los jardines de la Galera o por la Alcazaba,  podemos conocer otros elementos rescatados de la época.

Si estás buscando más arte visigodo en lugares extremeños te recomendamos: